domingo, 13 de febrero de 2011



Sin ser yo me levanto, me canso, me acuesto.

Sin ser yo me exalto, me excito, me vivifico.

Sin ser yo me caigo, me suelto, me escurro.

Sin ser yo, sonrío.

Sin ser yo, lloro.

Siendo yo, rectifico y advierto que sí, siempre soy yo.


Sí, sigo siendo yo,

un cambiante estado físico y anímico,

un ir y venir de recuerdos, presentes y futuros incesantes,

un sin fin de ideas realzadas y degradadas,

una locura perpetua de letras leídas, escritas, sentidas…

una enajenación de sentimientos que florecen y languidecen,

una demencia común a la tuya, y a la de él, y a la de ella.


Y sigo siendo yo, no puedo ser otra,

aunque a veces no lo crea o lo no quiera,

pero hoy sí lo quiero,

y voy a aprender a quererlo siempre,

porque este delirio cada vez me gusta más,

porque este arranque de perturbación lo tenemos todos,

porque esta inconsciencia de contradicciones la tenemos todos,

porque esta persistencia de singularidades versátiles la tenemos todos,

y es la ventaja que nos une

y la ventaja que nos diferencia.



1 comentario:

  1. Caminar es dificil, quederse quieto imposible, aunque duelan las plantas de los pies. El que no tiene problemas se los inventa, sin pensar más alla de si mismo, el estafador cerebro se inventa y reinventa, y los sentidos se aturden y no saben lo que ven, pero a lo lejos, más despacio, más tranquilo la simplicidad lo explica todo.

    Creo que el ser humani sin retos ni problemas se volvería loco, para sobrevivir se vuelve loco...

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