v de ventajas

Reír por un pasado que volverá en tu imaginación, pero volverá cuando tú elijas.
Sentir un pasado que pasó y que volverá sólo en tu imaginación, pero volverá si tú lo eliges.
Gozar con un pasado que pasó y que volverá en tu imaginación, pero volverá cuando tú quieras.

Reír por la incertidumbre de un futuro que vendrá, pero vendrá sin darte cuenta, sin avisar.
Sentir el misterio de un futuro que te atrapará, pero sin que consigas despertar del presente.
Gozar con un futuro lleno de aprendizajes, aventuras, ayudas, amores... que te sorprenderán y pasarán para volver cuando tú elijas.

... la cuestión es que tanto el pasado como el futuro, sólo existen en nuestra imaginación, por tanto para poder sentirlo hemos de abrazar y sentir el presente, fluir en el presente más inmediato... fluir...

Disfrazados ellos con trajes negros,

pintadas ellas los labios rojos

comen para saciar la gula que la desazón les provoca,

duermen para callar la conciencia que sus mentes invocan,

confabulan una eternidad de hipótesis sobre cómo cambiar el mundo,

mientras matan cada día a niños con sus trajes y sus lujos.

Disfrazados ellos con trajes negros,

pintadas ellas los labios rojos,

beben para paliar la sed que la indiferencia les desata,

miran la tele para silenciar las dudas que la vida les depara,

deambulan en un infinito de conversaciones absurdas sobre el otro,

mientras matan cada día a niños con sus prejuicios y despojos.

Disfrazados ellos con trajes negros,

pintadas ellas los labios rojos,

trabajan para adquirir el metal que el egoísmo les implora,

corren para atesorar en vano el tiempo que la vida les otorga,

desarrollan sin medida y sin conciencia la involución del hombre y la mujer,

mientras matan cada día a niños con sus discusiones y tozudez.

Disfrazados ellos con trajes negros,

pintadas ellas los labios rojos.

Intensidad

Intensidad desgarradora de uñas puntiagudas

te sumerges en mi cerebro y lo inundas,

te reproduces sin medida y me violentas,

te adhieres a la piel y me matas.

Intensidad descontrolada de impulsos rojos

si todos te viviéramos tan apasionada

el amor reinaría hasta el fin,

deshaciéndose por la misma intensidad

que extrema se lanza en picado.

Todos, sin medida, explotaríamos de delirio

transformando la calle en puro éxtasis descontrolado.

Intensidad desgarradora de manos libres

te alzas en mi corazón y lo expandes,

te ensanchas sin medida y me fortaleces,

te agrandas en amor y me enloqueces.

La v del suelo mojado

Llueve y el cristal de la ventana se asemeja a un dalmata.
Llueve y la calle se vuelve fría, relativa, menos llamativa.
Llueve y me quedo en casa con la Sombra del Ciprés Alargada.

Llueve y sola mirando llover,
la vida se limpia de sentido para dar paso a la vida del delirio.

La vida rueda

La vida rueda, da vueltas, como una gacela suelta.

La vida vuela, se eleva, como un ala delta.

La vida sangra, se deshace, como un helado de chocolate.

La vida crece, evoluciona, como las raíces de las amapolas.

La vida tropieza, choca, como el mar contra las rocas.

La vida camina, avanza, como tu pelo, tu cara, tu espalda.

La vida sueña, imagina, como quien anhela las estrellas divinas.

La vida llora, implora, como los abetos sin hojas.

La vida sonríe, ríe, como un espectador en el cine.

La vida salta, juguetea, como un niño en la selva.

La vida cambia, recambia, como el tiempo y las distancias.

La vida continúa, vive, como nuestros sueños siguen.

Sin el amor a uno

Un sofá de camello,

una estantería de roble,

una manzana de pesticidas,

un jabón de petróleo,

una bufanda de jaguar,

un camino de asfalto.

¿Y la escuela?

La escuela hecha de mentiras,

de hipocresías,

de imposiciones,

de lecciones.

Sin la oportunidad de jugar,

sin la oportunidad de pensar,

sin la oportunidad de elegir.

¿Y la vida?

La vida hecha de reglas incoherentes,

de jerarquías consentidas,

de injusticias encubiertas,

de valores deshumanizados.

sin el amor al otro,

sin el amor a la tierra,

sin el amor a uno.

Allá y acá

Allá mueren de hambre, acá de indigestión.

Allá mueren de picaduras de mosquitos, acá de picaduras de vacunas.

Allá mueren de frío, acá por el aire acondicionado y la calefacción.

Allá mueren de cansancio en la chacra, acá en el sofá viendo la televisión.

Allá mueren analfabetos, acá sin amor, sin corazón, sin lamento.

Allá no tienen móviles táctiles, acá no tienen abrazos táctiles.

Allá no tienen señales de tráfico, acá no tienen señales de vida.

Allá no tienen estrés, acá no tienen tiempo.

Allá no tienen casas, acá son hipotecas andantes.

Allá no tienen mucho dinero, acá sólo tienen dinero.

Allá tienen el baile eterno, acá el trabajo eterno.

Allá tienen la sonrisa continua, acá la queja continua.

Allá tienen la tranquilidad absoluta, acá la tensión absoluta.

Allá tienen el respeto ante todo, acá la competición ante todo.

Allá tienen el amor a la vida, acá pasan la vida sin amor.

Allá todo es fácil, todo fluye.

Allá todo emerge de todo.

Allá todo es uno, todo es “el todo”.

Allá todo es posible.

Allá todo reside en todos.

Acá hay que concentrarse más,

Acá todo es más complejo,

Acá todo es uno, pero has de saber verlo,

Acá todo es posible, si lo crees posible.

Acá todo reside en ti, sólo en tí.

Voy a explotar,

cuando el aire andino roce mi cara,

cuando el frío de la sierra erice mi vello,

cuando al pacífico moje mis pies descalzos,

cuando vuestros ojos se claven en los míos,

o cuando el sol caiga a las seis.

Voy a explotar,

de hecho, exploto,

cuando veo los colores de esas faldas,

cuando subo escalones tan lejos de donde nací,

cuando empiezo a ver luces tan claras,

cuando camino por donde intuí que caminaría,

O cuando, simplemente, siento tanto, tanto, tanto…

Voy a explotar,

explotar, sin que nadie se de cuenta,

explotar pensando en allá,

explotar pensando en acá,

explotar sintiendo allá más cerca,

explotar sintiendo acá más dentro.

Explotar, explotar, explotar,

hasta inundar las calles,

hasta ahogar los coches,

hasta matar a la guerra,

hasta doblegar las leyes infames,

hasta proclamar el abrazo como saludo,

hasta provocar una mayor explosión.

Voy a explotar,

Que ¿de qué voy a explotar?

De amor, por supuesto, de amor.

Interpretación de tu interpretación,
absurda espera de esperanza,
calamidad de verdad irrefutable,
incolora dependencia del otro,
contables palabras entendidas
y cada uno, un mundo aparte.

Un mundo aparte,
con sus colores y sabores,
imposibles de explicar al otro,
con su verdad particular,
su caparazón estelar
y su yo singular,
impenetrable,
inescrutable,
herméticamente sumido en un universo utópico individual,
completamente individual,
totalmente subjetivo,
imposible de explicar.

Imposible de explicar,
pues en la explicación se pierde la verdad,
la verdad inexistente en el todo,
esencial en uno.

Tan esencial en uno,
que sin ella no vivimos, ni sentimos,
somos trozos de carne cambiante, sin entrañas,
lascivos seres de instintos animales,
sin cualidad, sin sustancia, sin carácter,
somos ramas secas, piedras decoloridas.

A pesar, y a mi pesar, parecemos ramas secas,
intuyendo que podemos describir el mar,
cuando ni siquiera podemos explicar nuestro caparazón estelar,
intuyendo, aun, más allá, con nuestro narcisismo
que podemos pensar por los demás,
que podemos esperar lo que interpretemos esperar de los demás,
que podemos no equivocarnos nunca
y que tenemos ante todo, la verdad absoluta.

Imperceptible cambio estelar del mundo,

que día a día avanza cauteloso

para llegar al punto sublime del ser humano,

donde el abrazo y la conversación son la clave,

donde no existe el tú y el yo, sino el nosotros,

donde no existe el él,

donde todos somos uno

y donde la verdad es resuelta como imposible.

Necesario cambio estelar del mundo,

que nos lleve al original, al propio,

al sincovencionalismos,

al sinhora,

al sinprejuicios,

que nos lleve al pacifico,

al sensible,

al natural,

al independiente,

al… libre.

Irremediable cambio estelar del mundo,

que salve a la natura, salvándonos ella,

que salve a la inteligencia, salvándonos ella,

que salve al arte, salvándonos él,

que salve al amor, salvándonos él,

que salve a la Paz, salvándonos ella,

que salve la palabra, salvándonos de nuevo, ella.

Y que no salve nada más, nada más.

Imperceptible cambio estelar del mundo,

Necesario,

Irremediable.

Cajamarca, Sierra de los Andes

Ando por la acera y esquivo un hueco en el piso,
esquivo a una mamacha vendiendo palta,
esquivo un puesto de chocolatinas,
esquivo a un niño con caramelos,
esquivo un cesto con pancitos,
esquivo a un perro durmiendo,
esquivo unos sacos de arroz y papa,
esquivo a una flaca son sombrero de paja.

Bajo de la acera, un hombre durmiendo,
paro y espero a que pasen dos combis y un mototaxi,
cruzo la calle y vuelvo a la acera,
esquivando otro hueco,
esquivo a otra mamacha, ésta con tres pollos,
esquivo a su hermana con una red de cuys,
un hombre grita: "emoliente"; y paro a tomar.

Sigo caminando por la acera, despacio,
una puerta abierta a mi derecha,
tejiendo una mujer en una silla,
luchas en cada una de sus arrugas,
un segundo su mirada marca mi andadura.

Esquivo a una huahuera con su huahua,
acelero el paso y miro mis pies,
decenas de frutas amarillas, rojas, rosas, verdes...
y esquivo una carretilla de melones,
otra de piñas, otra de cerillas...

Esquivo, esquivo y sigo esquivando,
sin darme cuenta que no puedo esquivar nada,

que nada pasa imperturbable,
que todo me marca,

que todo me exalta,

que nada me esquiva.

Perú

Arroz y papa,

claxons cada cinco segundos,

ojos rasgados,

acento cariñoso,

carros acelerados y compartidos,

papaya,

cultura de baile,

ají,

viajeros asiduos por doquier,

jugo combinado,

voces altas por las calles,

mangos,

sin contenedores,

sin fregona,

sin semáforos.

Palta y keke para desayunar,

todo a un Sol,

primavera eterna,

pan de infinitas clases,

sandías gigantes,

piel, labios y ojos fusionados,

asiaticos,

africanos,

europeos?

nada se tira, todo vale,

casas sin techo,

casas sin nada,

casas con todo.

Niños uniformados en la escuela,

viviendas a la orilla del mar,

libros fotocopiados en la universidad,

machismo generalizado,

arte permitido en la calle,

vendedores ambulantes en cada esquina,

mujeres de pantalones ceñidos,

hombres de pelo corto,

perros sueltos,

agua no potable,

labia extraordinaria.

Simplicidad de vida,

sin prisa, nunca hay prisa,

emoción,

amor,

amabilidad,

generosidad,

naturalidad,

sonrisas,

sonrisas

y más sonrisas.

El mar peruano...

Que el mar me lleve

y me transforme,

pero que lo haga con calma,

con cuidado,

con cautela,

dejando mi estela.

Que el mar me lleve

y me sorprenda,

pero lo que haga con intensidad,

con sobredosis de emociones,

con vehemencia de vida,

dejando mucha energía.

Que el mar me lleve

y me sumerja,

pero que lo haga con naturalidad,

con elegante sutileza,

con perspicacia de palabras,

dejando desnuda mi escafandra.

Sí, que el mar me lleve y me traiga,

me inspire y me expire,

y lo haga a su modo,

a su estilo,

a su todo.

Mientras tanto yo lo espero,

en la orilla me quedo.

Extracto de adobe, océano, sol y sensibilidades andantes.

Suculenta variedad de colores y de atardeceres.

Languidez de la frialdad, del estrés, del ego.

Despotismo del salvaje, del natural, del innato.

Resurgimiento de la creatividad como solución inherente.

Equilibrio dependiente del destino en una cuerda floja.

Ecuador de vida que separa hemisferios de opciones.

Placer invocado por nuevas concepciones mentales.

Intuida paz rozada y acariciada por las convenciones no convencionales.

Tiempo irreal, semejante a un sueño, a otra vida, a otro ser.

Retrato cambiante, incesante de aprendizaje.

Instantánea de saltos en el tiempo y en el sintiempo.

Excesiva vivencia de emociones incontroladas y exaltadas.

Somnolencia creciente de necesidades innecesarias.

Renacimiento de fluidez racional y evolutiva.

Apertura de puertas a la libertad del amor y de la vida.

Que fluya....

Que la vida fluya,

las olas inspiren y expiren,

las nubes vuelen,

el indio mire al cielo

y las horas pasen.

Que la vida fluya a su ritmo,

sin prisa y con pausas,

sí con pausas.

Que la vida fluya a su estilo,

cada día a uno diferente para saborearlo todo,

y no se escape nada.

Que la vida fluya a su tempo,

sin presiones, sin convenciones,

para dejar crecer la naturalidad libremente.

Que la vida fluya y nos sorprenda,

nos mantenga la sonrisa

y nos dé amor cada día.

Que alguien me lo explique

Esclavitud, falsedad y trapecio de incoherencias,

sometimiento a reglas sordas hechas por monedas de metal,

mentiras ocultas dentro de cada vaso de agua,

incongruencias en cada esquina, cada calle, cada vida.

Sigo aquí, aunque esté allí, allá, acá…

y la injusticia, la guerra, la artificialidad…

y la insensibilidad, el odio, la incomprensión…

también siguen aquí, allí, allá, acá…

y no sé dónde esconderme.

Cambio de escenario, cambio de persona,

pero, hay detalles que no cambian,

muchos son extremadamente diferentes,

otros, exactamente iguales,

pero la sinrazón atesora lugares por doquier.

Que alguien me explique por qué no triunfa,

como en algunos rincones de por aquí,

como en algunos rincones de por allí,

de por allá, de por acá…

la sensibilidad, la paz, el amor y la verdad.

Que alguien me lo explique.

Cañón del Colca

Un lugar donde el cielo y la tierra se unen para ser uno.
Un lugar donde el aire es tan puro que no reparas en el mal de altura.
Un lugar donde la naturaleza es tan sabia que te sientes nada y todo a la vez.
Un lugar donde la paz reina por encima de todo.
Un lugar sublime que el hombre aun no ha conquistado y espero que nunca lo haga.
Un lugar excepcional que se intuye imperturbable a toda malicie.
Un lugar cargado de naturaleza salvaje, de originalidad, de autenticidad...
Un lugar aun no reclamado por la mano escabrosa del hombre.
Un lugar de energía natural que atrae a todo ser humano, por su naturaleza natural.



La razón de la naturaleza es la verdad de toda existencia, a pesar de que el hombre, en muchas ocasiones, no se dé cuenta.

Guacachina

Ica, Guacachina
Oasis en medio del puro desierto, en medio de dunas arenosas, deliciosas.
Oasis de sensaciones, emociones, conmociones, sobreexcitaciones.
Oasis natural, cotidiano en ellos, insólito en mí.
Oasis de culturas que se unen para respirar lo extraordinario.
Oasis de dunas infinitas, perdidas en un mundo aparte.
Oasis que se intuye isla, por su aislamiento y su paz de retiro.
Oasis de energía emergente.
Oasis de paz constante y equilibrio silencioso.
Oasis.
Oasis.
Oasis.

Por el color de Lima

Amarillos,
rojos,
azules,
blancos,
verdes...

Los colores de Lima son tantos que el arco iris a su lado se queda pequeño.
Los aromas de Lima son tales que creo haber abierto mi olfato por primer vez.
Los sabores de Lima son tan diferentes que mi boca se siente en otro mundo.
Los sonidos de Lima son tan diversos y tan sonoros que no sé parar de bailar.
Los colores, aromas, sabores y sonidos ya tienen mi amor eterno.

Contrastes limeños

Hay casi rascacielos y hay todo chabolas,
hay sol y luna creciente con C,
hay ruinas centenarias a cada 100 km,
hay ruinas actuales a cada 100 metros,
hay vendedores ambulantes en la entrada del supermercado,
hay carreteras sin dueño, sin ley, sin nada...
hay carreteras que esbozan la ley, que lo tienen todo...
hay parques de arena, parques de césped,
hay quien te tima,
hay quien te da la mano y la vida,
hay colores infinitos,
hay colores cubiertos de polvo,
hay verano en marzo,
hay invierno en agosto,
hay lluvias en el verano,
hay buen tiempo en invierno,
hay recuerdos de España,
hay ganas perennes de intuirme peruana.


Hay desierto en el mar,
hay mar en el desierto.

V de Viajes

V de VIAJE,

pero viaje con mayúsculas.

Perú,

con su seseo,

con sus papas y su arroz,

con su amabilidad natural,

con sus museos, plazas, casas…

con un pobreza…

Me impacta a cada paso que doy,

en cada minuto que estoy despierta,

en cada instante que escucho,

en cada persona que miro.

Me siento como en casa,

sin estar en casa,

¿o sí estoy en casa?

La casa, al fin y al cabo, está en uno mismo,

en sí mismo, la llevamos a cuestas,

como un caracol lleva su caparazón.

Me encanta esta nueva casa a cuestas,

no la reemplazo por nada,

me quedo con la incertidumbre de la inestabilidad,

me quedo con la improvisación eterna,

me quedo con la pasión por la aventura,

me quedo con mi caparazón abierto al mundo

y con el viaje eterno.

Extremada sensibilidad

Extremada sensibilidad que te adhieres a la piel

dejando perenne el vello de punta.

Y a mí me vuelves extrema, también,

me haces reír y llorar con sólo un parpadeo,

me exaltas y me degradas a tu antojo

y sin ser aditiva,

te intuyo narcótica.

Excesiva sensibilidad,

te odio y te amo,

provocas en mí todo tipo de demencias,

y me tornas suave y áspera,

excitada y serena.

atenta y callada.

Pero, cómo no ser extremada,

cómo permanecer inmune ante los cambios,

ante los pasos, los saltos.

Cómo permanecer inmune antes las palabras,

ante las verdades insólitas escritas y leídas por pocos.

Cómo no convertirme en extrema,

y no ser cautivada por la excesiva y extremada.

Paloma ha dado con la clave de la vida

y nos la da, para que busquemos los siempres,

sí, los siempres, en los jamases.

Y teniendo la clave,

cómo no va a aparecer la sensibilidad extremada

dejando perenne el vello de punta.

Sin ser yo me levanto, me canso, me acuesto.

Sin ser yo me exalto, me excito, me vivifico.

Sin ser yo me caigo, me suelto, me escurro.

Sin ser yo, sonrío.

Sin ser yo, lloro.

Siendo yo, rectifico y advierto que sí, siempre soy yo.

Sí, sigo siendo yo,

un cambiante estado físico y anímico,

un ir y venir de recuerdos, presentes y futuros incesantes,

un sin fin de ideas realzadas y degradadas,

una locura perpetua de letras leídas, escritas, sentidas…

una enajenación de sentimientos que florecen y languidecen,

una demencia común a la tuya, y a la de él, y a la de ella.

Y sigo siendo yo, no puedo ser otra,

aunque a veces no lo crea o lo no quiera,

pero hoy sí lo quiero,

y voy a aprender a quererlo siempre,

porque este delirio cada vez me gusta más,

porque este arranque de perturbación lo tenemos todos,

porque esta inconsciencia de contradicciones la tenemos todos,

porque esta persistencia de singularidades versátiles la tenemos todos,

y es la ventaja que nos une

y la ventaja que nos diferencia.

Creemos saberlo todo, hasta la eternidad,

creemos y necesitamos tenerlo todo, hasta la infinidad,

creemos serlo todo, hasta el centro del universo.

En cambio,

no sabemos nada, ni un ápice,

no tenemos nada, ni un pellizco,

no somos nada, ni un gramo.

Pero menos mal…

menos mal que tenemos la capacidad de reflexionar, de pensar, de analizar…

y si la usamos nos damos cuenta de que

no sabemos nada, ni siquiera de nosotros mismos,

no tenemos nada, aunque no necesitamos nada,

no somos nada, pero podemos hacerlo todo.

Creemos tener libertad de elección y de acción,

creemos haber decidido cómo vivir y dónde vivir,

creemos pensar que nos gusta lo que hacemos,

que no hay otras opciones posibles de existencia,

que no hay otra mejor vida que ésta,

que no hay mejor cosa que la felicidad encubierta.

En cambio,

no hemos decidido por nosotros mismos desde el momento de nuestro nacimiento,

no hemos decidido cómo vivir y dónde vivir, aunque creáis que sí,

no sabemos ni siquiera lo que hacemos, entonces ¿cómo vamos a saber si nos gusta lo que hacemos?

no nos muestran otra vida mejor que ésta,

no se nos permite una vida que no sea ésta.

Pero, menos mal…

menos mal que tenemos la capacidad de reflexionar, de pensar, de analizar…

y si la usamos nos damos cuenta de que

realmente no estamos decidiendo por nosotros mismos,

todas nuestras elecciones están adiestradas,

todas nuestras acciones guiadas,

todas nuestras palabras vedadas…

Y así, nos damos cuenta de que

sí, sí hay otras opciones posibles de existencia,

otra mejor vida que ésta,

una felicidad abierta,

más limpia, más pacífica, más sincera, más instintiva.

Y aquí aparece la ventaja:

Es el momento sublime del hombre y de expandir, de verdad, su CREATIVIDAD y su IMAGINACIÓN, expandirla hasta el infinito, hasta el más allá, expandirla hasta que se quede exhausto y por fin, libre.

Es el momento sublime de exaltar esta capacidad del hombre y esta ventaja, porque siento que nunca el ser humano se vio en tal difícil situación de tener que crear una vida digna, sana, autónoma y libre; dentro de un mundo mezquino, enfermo, supeditado y oprimido.

Nunca se vio en tal compleja tarea de tener que imaginar una alternativa sostenible y autosuficiente dentro de un sistema ilógico e injusto.

Nunca se vio en tal laborioso asunto de tener que crear una obra del tal ardua envergadura; pero la ventaja es más grande que la labor: la creatividad y la imaginación le llevará al ser humano a dónde realmente quiera y con el tiempo le llevará a completar con éxito su gran objetivo, sólo tiene que quererlo con fuerza.

El tiempo se vuelve relativo,

la penumbra se aposenta,

los libros aumentan

y la vida, un reflejo de emociones inexactas,

interpretadas al azar según la luz solar.

La incertidumbre cubre cada percepción,

nublándola y transformándola.

Se relame en el cuerpo,

bombeando al núcleo,

acariciando la epidermis,

y dilatando las pupilas,

como si de un efecto narcótico se tratara.

La excitación por el crecimiento

se contagia por todos los poros

y acabas gozando antes de empezar,

soñando antes de dormir,

deliberando antes de llegar,

y deleitándote en recreaciones ilusorias,

compaginadas con alientos arbitrarios.

La perplejidad irradia por momentos,

sin control y sin intención de ser controlada,

sustenta cada paso diario,

languidece la pereza,

y relega al miedo,

guiando el retiro,

y afianzando la entelequia.

El nuevo caminar devora al viejo

y el tiempo se vuelve relativo,

la penumbra se aposenta

los libros aumentan

y la vida, un sin fin de calamidades,

banalidades y escepticismos irreales.

El viaje del descubrimiento,

duro,

arduo,

solitario,

no sabes cómo ha empezado,

ni quién o qué lo ha iniciado,

pero de repente,

estás haciéndote un té para ti sola,

un té que arde, pero que sabe como nunca.

Sí, de repente está cambiando todo,

estás viajando sin moverte,

y sin que nadie se dé cuenta,

sin que nada cambie,

sin que el alrededor se mueva un ápice,

pero está cambiando todo,

por el simple hecho de que tú cambias.

El viaje no sabes cuánto va a durar,

aunque empiezas a intuir

que durará toda la vida…

y empiezas a desear

que dure toda la vida…

pero,

esperando que se compagine

la dureza y la soledad,

con la suavidad y la compañía,

y sabes que lo hará,

por eso, respiras tranquila.

Efímero, fugaz y a su vez eterno, inmortal

capaz de enervarte por dicha fugacidad o dicha inmortalidad,

Pero, es entonces cuando me doy cuenta de que no existe el tiempo.

Y si no existe no puede enervarme, ni alterarme, ni irritarme…

no puede…

En realidad hoy no puede enervarme nada,

ni alterarme nada,

ni irritarme nada,

porque la verdad,

esa objetiva, intocable, impoluta e inalcanzable

empieza a toparse con la otra verdad,

la subjetiva, tangible, imperfecta y sí, alcanzable.

Empiezan a acariciarse, a buscarse, a quererse…

pero nunca llegarán a nada más,

nunca harán el amor,

nunca se abrazarán del todo,

pero por lo menos hoy se acarician.

No llegarán a nada

porque es una relación imposible,

pero la buscaré y la perseguiré toda la eternidad,

ya que, al fin y al cabo, es el amor de mi vida

y de la tuya, aunque no te des cuenta,

y de la de él, aunque no se dé cuenta,

y de la de ella, aunque no se dé cuenta.